“El presidente Trump está dispuesto a imponer nuevas consecuencias serias a Irán a menos que todos los ciudadanos estadounidenses encarcelados injustamente sean liberados y devueltos”, advirtió la Casa Blanca en un comunicado emitido el viernes.
De igual manera, aseguró que Teherán es “responsable” de velar por la salud y el bienestar de cada uno de los ciudadanos estadounidenses que se encuentran en las cárceles de Irán por casos de espionaje y recopilación de datos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha urgido a Irán a liberar, entre otros ciudadanos, a Robert Levinson, un exagente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), quien desapareció en el sur de Irán en marzo de 2007, agregó la nota.
La Administración del magnate republicano también nombra a Siamak y Baqer Namazi —detenidos durante la gestión del expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2016)—, y Xiyue Wang, un espía estadounidense de origen chino, quien fue sentenciado la semana pasada a diez años de cárcel por recopilar datos confidenciales para Washington.
El presidente Trump está dispuesto a imponer nuevas consecuencias serias a Irán a menos que todos los ciudadanos estadounidenses encarcelados injustamente sean liberados y devueltos”, advirtió la Casa Blanca en su comunicado.
La Casa Blanca acusó, además, a Teherán de tomar rehenes en las últimas cuatro décadas como una “herramienta de la política de Estado” y condenó los hechos.
Trump pide la liberación de Levinson mientras que el ya exportavoz de la Casa Blanca Josh Earnest enfatizó en enero de 2016 que, desde hace varios años, Washington ha estado convencido de que Levinson ya no se encontraba en Irán.
Sobre el caso de Baqer Namazi, el canciller iraní, Mohammad Yavad Zarif, aclaró el miércoles que no está en prisión, sino que tiene prohibido abandonar el país.
En los últimos años, la República Islámica de Irán ha detenido a varios ciudadanos estadounidenses y británicos por cargos de espionaje y por colaborar con países hostiles.
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