• EEUU y Australia prueban misil hipersónico tras ensayos rusos
Publicada: lunes, 17 de julio de 2017 4:54
Actualizada: lunes, 17 de julio de 2017 6:03

EE.UU. y Australia han llevado a cabo un test exitoso de un avanzado misil hipersónico, en medio de preocupaciones por capacidades de armas rusas y chinas.

La prueba tuvo lugar la semana pasada desde el polígono de Woomera, ubicado en el sur de Australia, así lo ha informado la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Tecnologías de la Información de la Universidad australiana de Queensland.

Según recogió el domingo el diario británico Independent en su edición digital, el proyectil hipersónico, HiFIRE4, es capaz de alcanzar una velocidad de hasta 12.000 kilómetros por hora.

“Esta ha sido la prueba más difícil de todos los ensayos del programa HiFIRE realizados hasta la fecha”, indicaron los ingenieros de la oficina australiana de la empresa BAE Systems.

El costo del proyecto conjunto de la Fuerza Aérea de EE.UU. y el Ministerio de Defensa de Australia, en el que además participan las compañías Boeing y Bae Systems, así como la referida universidad, alcanza los 54 millones de dólares.

El ensayo militar se produce en medio de preocupaciones en el Occidente por las armas hipersónicas que han desarrollado Rusia y China. Recientemente, varios medios occidentales informaron de que Rusia se convirtió en el primer país del mundo en desarrollar y probar con éxito un misil hipersónico.

Esta ha sido la prueba más difícil de todos los ensayos del programa HiFIRE realizados hasta la fecha”, indicaron los ingenieros de la oficina australiana de la empresa BAE Systems.

 

A este respecto, el jefe del Comando del Pacífico (USPACOM, por sus siglas en inglés) de la Marina estadounidense, el almirante Harry Harris, urgió en una audiencia del Congreso a mejorar los sistemas antiaéreos ante los novedosos misiles rusos y chinos.

Por su parte, el militar ruso Oleg Bozhov afirma que la incorporación de los misiles de crucero hipersónicos Tsirkon (bautizados 'asesino de portaaviones) a la Armada rusa, que podría ser en este mismo 2017, burlará sistemas aéreos y hará que los escudos antimisiles de EE.UU. y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya no puedan proteger sus naves de guerra, lo que aseguraría la supremacía de la Marina rusa en el mar.

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