Tony Schwartz coescribió hace 30 años un libro con Trump titulado 'El arte de vender', para lo cual pasó casi un año, cientos y cientos de horas junto a Trump escuchándole, observándole de cerca, en concreto, diseccionándole.
Este hombre, uno de los pocos que ha tenido acceso a la vida personal y hasta cierto punto a la salud mental del magnate inmobiliario, ha dicho que no le sorprende para nada lo que ha hecho o dicho Trump durante sus primeros meses de gestión.
En un artículo publicado en el rotativo estadounidense The Washington Post, Schwartz ha recordado que cuando conoció a Trump (en 1985) se dio cuenta que él se había desarrollado en un "modo de supervivencia" y que había sido influenciado en gran medida por su padre. Según Trump, su padre, Fred, "era un hombre maravilloso, pero, sobre todo, era un hombre de negocios, fuerte y severo como el infierno", ha precisado Schwartz.
"Concluí de nuestras conversaciones que para sobrevivir, Trump se sintió obligado a luchar contra todo el mundo. Para él fue una elección binaria, de suma cero: o dominas o te rindes", ha dicho el coautor. Esta visión defensiva se apoderó de Trump a una edad temprana y el chico creció peleando todo su vida, según Schwartz.
El escritor, asimismo, ha revelado que cuando Trump se siente ofendido, reacciona de manera impulsiva y defensiva, construyendo historias para justificar sus hechos y por sistema siempre echa la culpa a los demás.
El presidente de EE.UU. adquiere la sensación de importancia de conquistas y logros. Para Trump, los hechos son los que quiere que sean, ya que su objetivo nunca es exactitud, es dominación, asegura Tony Schwartz, coautor del libro 'El arte de vender'.
También, ha recordado que el presidente estadounidense no aprecia la empatía, la generosidad, la capacidad de reflexión, de postergación de la gratificación. Estas cualidades propias de personas más seguras, así como la conciencia, un sentido interior de lo correcto e incorrecto eran ajenas al empresario, ha indicado Schwartz.
Igualmente, ha dicho que el mandatario de EE.UU. adquiere la sensación de importancia de conquistas y logros para luego señalar que para Trump los hechos son los que quiere que sean, ya que "su objetivo nunca es exactitud, es dominación".
La salud mental de Donald Trump ha sido abordada por muchos médicos y analistas desde que asumió el cargo. Así, Evan Osnos ha indicado que más de 53.000 profesionales de la salud mental han firmado una petición en la que aseguran que Trump "manifiesta una grave enfermedad mental que le hace psicológicamente incapaz de desempeñar completamente sus funciones de presidente".
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