• El presidente sirio, Bashar al-Asad, habla con los medios franceses, 8 de enero de 2017.
Publicada: lunes, 3 de abril de 2017 0:58

Estados Unidos cambia la posición y vuelve a decir que la salida del presidente sirio, Bashar al-Asad, del poder es la prioridad de Washington.

La embajadora de EE.UU. ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, volvió el domingo a repetir la postura antigua de Washington contra Al-Asad y urgió su salida del poder, alegando que este ha cometido crímenes contra el pueblo sirio.

“Nuestro objetivo es que queremos llevar a Al-Asad a la justicia (…) Queremos que Rusia sepa cuán peligroso es mantener a Al-Asad en el poder”, manifestó Haley en una entrevista concedida a la cadena estadounidense ABC News.

Nuestro objetivo es que queremos llevar a Al-Asad a la justicia (…) Queremos que Rusia sepa cuán peligroso es mantener a Al-Asad en el poder”, dijo la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley.

Eso se produce mientras la representante estadounidense confirmó el pasado jueves que la “prioridad” del país norteamericano ya no es sacar del poder al presidente sirio y, además, añadió que la Administración del nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, no se va a centrar en derrocar a Al-Asad como precondición para poner fin a la crisis que azota al país árabe.

A su vez, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, reconoció el mismo jueves que los propios ciudadanos sirios deben decidir el futuro del presidente Bashar al-Asad.

Sin embargo, en la entrevista del lunes Haley enfatizó que el mandatario sirio “sigue siendo un obstáculo para la paz en Siria” y que su derrocamiento siempre ha sido la prioridad del Gobierno estadounidense. “Al-Asad no se va, pero no vamos a dejar de derrotarlo”, agregó.


En otro momento de su entrevista, Haley habló sobre Irán, que hace una lucha eficaz contra los terroristas en Siria y apoya, junto con Rusia, al Gobierno sirio en su lucha antiterrorista.

En esta línea, afirmó que para Estados Unidos es necesario empezar a presionar a Rusia e Irán para que Teherán no juegue un papel en resolver el conflicto sirio. “Necesitamos sacar la influencia iraní de ahí”, sostuvo.

Cabe mencionar que desde el inicio de la crisis en Siria en marzo de 2011, EE.UU. siempre ha apoyado a los grupos armados de la oposición siria que luchan contra el Gobierno de Al-Asad y reclaman su salida del poder.

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