La cifra se reveló el sábado pasado durante una audiencia en la que se trataba el caso de dos yemeníes que habían ingresado en el aeropuerto de Dulles, a las afueras de Washington, la capital estadounidense, pero que después fueron puestos en un vuelo de regreso a Etiopía, según confirmó el abogado de ambos yemeníes.
“El número de 100.000 me extinguió el aire de los pulmones”, dijo al diario The Washington Post Simón Sandoval, abogado de los hermanos yemeníes, Tareq y Ammar Aqel Mohammed Aziz.
A su vez, Erez Reuveni, abogado de la Oficina de Litigios de Inmigración del Departamento de Justicia, que estaba presente en el proceso de los citados yemeníes, no pudo informar cuántas personas con visas habían sido obligadas regresar a sus países.
Reuveni manifestó que a las personas que habían llegado a través de dicho aeropuerto se les denegó el ingreso al país aun cuando tenían residencia en Estados Unidos.
Para las personas como los dos hermanos yemeníes, que intentaron entrar al país con visas válidas y fueron devueltos, el Gobierno estadounidense parece estar intentando una suspensión caso por caso.
La orden ejecutiva del presidente Trump está causando daños considerables a la familias, estudiantes y el mundo de los negocios.
En virtud de lo que llama "protección de EE.UU. del terrorismo", Trump ha suspendido durante 120 días el programa de acogida de refugiados de Estados Unidos y ha detenido durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
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