• La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki
Publicada: viernes, 13 de marzo de 2015 9:15

Estados Unidos llamó el jueves al presidente sirio, Bashar al-Asad, a dejar el poder tras acusarlo de ser autoritario con el pueblo de Siria, país que se ha convertido en escenario de operaciones de terroristas, apoyados desde el extranjero.

"Como hemos dicho durante mucho tiempo, Asad debe irse", afirmó a la prensa la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, reiterando otra vez más la intervención de su país en los asuntos de Siria.

Psaki también alegó que en los últimos cuatro años el mandatario sirio ha respondido a “los pedidos de libertad y reformas de los sirios con implacable brutalidad, autoritarismo y destrucción".

La funcionara estadounidense consideró también que la salida de Al-Asad del poder es una condición para la "completa estabilización" de Siria, país que se enfrenta desde marzo de 2011 a la violencia de los terroristas.

Poniendo de relieve el doble rasero de EE.UU. en su postura ante los terroristas, Psaki se refirió a "los valientes sirios que luchan contra la tiranía y combaten por un futuro de respeto a los derechos fundamentales, la tolerancia y la prosperidad".

Estos comentarios contradicen las declaraciones de figuras occidentales en las que reconocen la presencia de los terroristas extranjeros en las filas de grupos armados que operan en Siria.

Uno de los grupos terroristas más violentos que ha sumido en casos el país árabe es el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), que controla varias zonas del norte de Siria, desde donde pudo, en el mes de junio de 2014, infiltrarse en el territorio iraquí y apoderarse de algunas regiones.

No obstante los militares y fuerzas voluntarias en Siria luchan juntos para erradicar a las bandas terroristas, que según Damasco, gozan del apoyo de ciertos países occidentales y regionales para desestabilizar Siria y provocar el derrocamiento de Al-Asad.

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