Según el informe recogido el lunes por ABC news, tras pasar una década desde su primer vuelo, los cazas de EE.UU. siguen buscando un “enemigo”, y “no participan” en las operaciones de las fuerzas aéreas del Ejército estadounidense contra Irak y Siria.
Aunque Joseph Simms, capitán de las fuerzas aéreas estadounidenses, aseguró a ABC que estos cazas monoplazas y bimotores son instrumentados para eliminar blancos de “alta importancia”, el mismo ente castrense afirma que los costosos aviones de caza no son “necesariamente“ los que deben lanzar dichos ataques.
El F-22 no es una necesidad operacional”, afirmó el comandante del Ejército estadounidense Tim Smith, al diario estadounidense ABC.
“El F-22 no es una necesidad operacional”, afirmó el comandante del Ejército estadounidense Tim Smith al diario estadounidense.
El informe resalta que los cazas F-22, que además utilizan la tecnología furtiva, siguen en Siria e Irak y aún les falta una “flota de combate bien avanzada del enemigo” para luchar.
EE.UU. inició el pasado 8 de agosto sus bombardeos en Irak, so pretexto de combatir al grupo EIIL (Daesh, en árabe), y el 23 de septiembre amplió su campaña a Siria, en el marco de una coalición en la que participan varios de sus aliados regionales y occidentales.
El pasado 3 de agosto, la organización de periodistas independientes Airwars en un informe de 35 páginas, reveló la muerte de al menos 459 civiles en las operaciones aéreas de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Estados Unidos, en dichos países árabe.
Las incursiones contra los supuestos objetivos de terroristas sigue mientras que el Gobierno de Irak y el de Siria cuestionan la efectividad de dichos bombardeos y critican a dicha coalición por los daños estructurales y las muchas víctimas civiles que han dejado.
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