La maratónica jornada se inició porque la Fiscalía General consideró cambiar las medidas cautelares en contra del vicepresidente Jorge Glas, y su tío Ricardo Rivera, porque a entender del fiscal hay serios indicios de que los procesados escapen, por lo que el juez que tramita el caso Odebrecht, debía decidir.
Luego de un receso de 6 horas, el juez tomó la decisión en una audiencia privada, a la que la prensa no tuvo acceso, más que al audio de la misma, donde confirmó la orden de prisión preventiva, la prohibición de enajenar bienes y el congelamiento de cuentas bancarias.
Asimismo, se cambió el arresto domiciliario que tenía el tío del vicepresidente, a prisión preventiva, porque el fiscal consideró un alto riesgo de fuga.
Por su parte, la oposición política de Glas ya habla de un abandono del cargo y de la sucesión que deberá tramitar el presidente Lenín Moreno.
En varios comunicados, el vicepresidente Jorge Glas ha dicho que se defenderá desde la prisión, porque está seguro de su inocencia, y se proclamó perseguido político, mientras que el Fiscal General dejó entrever la posibilidad de que existan otros delitos anexos contra los imputados.
Robinson Robles, Quito
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