“La autosuficiencia en la producción de gasolina es un gran honor para el pueblo iraní”, ha declarado el presidente Hasan Rohani en la inauguración de las instalaciones.
La nueva refinería, situada en Bandar Abás (sur) y presentada como una de las mayores del mundo, fue construida por la Base Jatam al-Anbia, el brazo económico e industrial del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
La autosuficiencia en la producción de gasolina es un gran honor para el pueblo iraní”, ha declarado el presidente de la República Islámica de Irán, Hasan Rohani, en la inauguración de la refinería iraní Setare Jaliy Fars (Estrella del Golfo Pérsico), la mayor del suroeste de Asia.
Irán produce actualmente cerca de 64 millones de litros de gasolina diarios e importa otros 12 millones para responder al consumo nacional.
La primera fase de la refinería Setare Jaliy Fars (Estrella del Golfo Pérsico) tiene una producción diaria de 12 millones de litros de gasolina de calidad ‘euro 4’.
Las otras dos fases del proyecto entrarán en funcionamiento dentro de 12 meses, lo que permitirá una producción total de 36 millones de litros diarios de gasolina euro 4 y euro 5.
La producción total del país superará entonces los 100 millones de litros, según el portal de información del Ministerio del Petróleo iraní, Shana.
La refinería producirá además 14 millones de litros de gasóleo.
“Con la entrada en producción de las otras dos fases de esta refinería, Irán volverá a ser exportador de gasolina”, ha declarado el general Ebadolá Abdolahi, que dirige la base, citado por el portal.
La construcción de esta planta comenzó hace 10 años, pero se retrasó debido a las “sanciones” internacionales por el programa de energía nuclear iraní. El Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) acordado en julio de 2015 entre la República Islámica de Irán y las potencias del Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), y que incluye el levantamiento de dichas sanciones, ha permitido acelerar las obras.
La base Jatam al-Anbia del CGRI, que sigue sometida a restricciones por parte de EE.UU., está muy presente en el ámbito energético con numerosos proyectos de desarrollo, pero también en otros sectores económicos del país.
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