Irán y Arabia Saudí dicen que, por el momento, no hay un acuerdo. Pero, no descartan uno el 30 de noviembre en Viena (capital austríaca) en la reunión ordinaria del cártel petrolero.
Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), llevaron a cabo una reunión informal en Argelia, al margen del Foro Internacional de la Energía.
Arabia Saudí, que sufre un déficit presupuestario equivalente al 13,5 por ciento de su producto interno bruto, reconoció los problemas financieros de los países petroleros, tras la caída libre del precio del crudo, de 100 a más de 30 dólares por barril durante los últimos dos años. Al mismo tiempo, condicionó reducir su producción a que Irán congele la suya, algo que rechaza el ministro iraní del Petróleo, Biyan Namdar Zangane.
Irán, el tercer mayor productor mundial de petróleo, tiene el objetivo de incrementar la producción hasta 4 millones de barriles diarios. Es decir, llegar a la cantidad de producción diaria que tenía antes de las sanciones.
Irán, país con una menor dependencia de los ingresos petroleros que sus vecinos en el Golfo Pérsico, aboga por restaurar un sistema de cuotas para la producción de crudo. Según Zangane, la OPEP debería tomar las medidas necesarias para estabilizar los ingresos de sus miembros.
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