• La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Publicada: sábado, 9 de julio de 2016 0:43

FMI prevé que la zona euro perderá 5 décimas de PIB entre 2016 y 2018 por el brexit, mientras antes vaticinaba un crecimiento del PIB del 5,1% para el mismo periodo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) daba antes del referéndum británico un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) europeo del 1,7% en cada ejercicio durante los próximos tres años, ahora la estimación se rebaja al 1,6% en 2016, el 1,4% en 2017 y el 1,6% en 2018.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) terminará restando una décima de crecimiento este año, tres décimas el que viene y una décima en 2018. En total, unos 50.000 millones de euros menos en tres años.

A pesar de las turbulencias financieras desatadas, el FMI destaca que los efectos del brexit han sido contenidos. Las primas de riesgo se dispararon en un primer momento, pero a continuación han descendido todas salvo en Grecia y Portugal.

 

Las bolsas se desplomaron, pero después se han recuperado hasta un 5% por debajo del nivel anterior al plebiscito británico. En general, los mercados funcionan, la liquidez no se ha secado y la mayoría de los precios financieros se está restableciendo, gracias a la actuación de los bancos centrales, señala el organismo dirigido por Christine Lagarde.

Los economistas del FMI auguran un panorama de renovada incertidumbre, menor confianza de los inversores, mayor volatilidad financiera y una demanda más baja procedente de Reino Unido. La economía británica tiene vínculos financieros muy estrechos con Europa y es el destino del 13% de las exportaciones de la zona euro.

De cara al futuro inmediato, el FMI vislumbra cada vez mayores riesgos perfilándose en el horizonte, y fundamentalmente los achaca a la coyuntura política. Desde las consecuencias del brexit a la crisis de los refugiados, pasando por la preocupación por la seguridad, los riesgos a los que se enfrenta la UE son "principalmente políticos", subraya el organismo

Por ello, aconseja que Bruselas se implique con una estrategia más coordinada, en la que los países con capacidad fiscal como Alemania deberían invertir más. A cambio, eso se debería compensar, según el Fondo, con un sistema de control de los déficits más estricto y cuya aplicación sea más automática.

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