Durante una reunión celebrada este jueves en Londres, capital británica, con el canciller británico, Philip Hammond, y representantes de los mayores bancos ingleses, Kerry ha explicado que algunos bancos europeos se han mostrado reacios a, como ellos piensan, arriesgarse a hacer negocios con Irán.
Asimismo, ha precisado que EE.UU. quiere dejar claro que mientras los bancos hagan su "debida diligencia normal" para saber con quién están haciendo negocios, no serán penalizados por Washington.
Es en nuestro interés económico, así como en el de Irán, que el negocio legítimo sea compatible. Después de muchos años de relaciones restringidas (entre Londres y Teherán), subsisten algunas dificultades, pero estamos trabajando con socios internacionales, Irán y la comunidad bancaria, para solventarlas", ha sostenido el canciller británico, Philip Hammond
Con esta reunión, tanto Kerry como Hammond quieren asegurar a los banqueros europeos, y en este caso a los británicos, que sus negocios con la República Islámica no tendrán repercusión alguna debido al levantamiento de las sanciones antiraníes como resultado del acuerdo nuclear sellado en julio de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
No obstante, en la región, el canciller británico ha dicho que existe una brecha entre las intenciones políticas de EE.UU. y la realidad para los bancos europeos.
Antes de la cita, Hammond instó a los principales bancos de su país a apoyar a las empresas británicas que trabajan en Irán, y aseguró que los negocios con Teherán son de gran interés para Londres.
"Queremos que nuestros bancos sean capaces de apoyar a las empresas británicas que trabajan en Irán", ha afirmado Hammond en un comunicado enviado esta jornada al diario británico Financial Times.
"Es en nuestro interés económico, así como en el de Irán, que el negocio legítimo sea compatible. Después de muchos años de relaciones restringidas (entre Londres y Teherán), subsisten algunas dificultades, pero estamos trabajando con socios internacionales, Irán y la comunidad bancaria, para" solventarlas, ha sostenido el diplomático británico.
El pacto nuclear iraní entró en vigor en enero del presente año después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmase que Teherán cumplió sus obligaciones marcadas en el tratado, hecho que dio lugar al cese de los embargos antiraníes en materia nuclear.
Pero la continuación de muchas sanciones antiraníes de EE.UU. en relación con otras cuestiones, ha hecho que muchos bancos occidentales no se atrevan a trabajar con instituciones e individuos iraníes, hecho que ha provocado la protesta de Teherán.
El pasado 22 de abril, Kerry prometió que Washington no obstaculizaría las actividades comerciales entre los distintos países e Irán, e instó a bancos extranjeros a aprovechar la nueva oportunidad que se les brinda de hacer negocios con Irán.
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