El incidente ha ocurrido a 15 kilómetros de la ciudad de Sarvestan, en la provincia suroccidental de Fars, cuando el piloto realizaba entrenamientos.
Ante esta noticia, que se ha dado a conocer por los medios de comunicación iraníes, el Ejército de la República Islámica de Irán ha publicado un comunicado diciendo que la aeronave no pertenecía a este.
Un poco después, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) ha comunicado que la aeronave pertenecía a la División Aeroespacial del CGRI, precisando que se trataba de un avión de entrenamiento modelo Sujoi Su-22.
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