Puesta que en comparación con otras ciudades mayas, como Nixtun-Ch'ich' en Petén (norte), esta fue levantada conforme a un patrón de cuadrícula parecido al de Teotihuacán, algo que los mayas no hacían nunca, según investigadores, citados por el portal Live Science.
La estructura estricta de construcción de la ciudad evidencia que contó con un gobernador muy poderoso entre los años 600 y 300 a.C.

Los investigadores, encabezados por el profesor Timothy Pugh del Queens College de la Universidad de Ciudad de Nueva York (EE.UU.), excavan la ciudad desde el año 1995. Sin embargo, en un primer momento investigaron los restos mayas de la época más reciente, después de que la antigua ciudad fuera abandonada y solo paulatinamente los investigadores hallaron la ciudad que ahora nos ocupa.
La área ceremonial principal consta de 15 edificios alineados en torno a una línea directa. Dichos edificios incluían también pirámides de hasta 30 metros de altura. Los visitantes tenían que subir varios escalones para alcanzar los templos en las cimas de las pirámides. Al final de esta ruta ceremonial había una estructura triádica de tres edificios o pirámides encima de una plataforma.

Los edificios residenciales también fueron construidos según el patrón de cuadrícula. La ciudad contaba con una muralla de piedras y de tierra que la protegía. Además fueron cubiertos con estuco blanco brillante, haciendo que la ciudad "luciera".
De acuerdo con Pugh, los residentes locales conocían la existencia de la ciudad antigua desde hace mucho, y fueron precisamente los rancheros de la zona los que preservaron la ciudad de los saqueos, algo que también es atípico para las ciudades mayas, normalmente expoliadas durante siglos.
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