Un giro ha dado la política radical que mantenía el presidente colombiano, Iván Duque, para seguir con los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las condiciones que plantea el mandatario es que se liberen todos los secuestrados y que no se cometan más actos hostiles.
Los analistas del conflicto creen que es una medida que se ha debido tomar de hace mucho tiempo pues se truncaron unos diálogos que venían con una buena proyección desde que comenzaron en la ciudad de Quito, capital de Ecuador.
En el pasado mes de diciembre esta guerrilla liberó a varios colombianos que tenía en su poder sin ningún requerimiento a cambio. Pareciera que ellos también le están apostando a que se acabe de una vez por todas la insurgencia armada en este país.
La Iglesia católica y sectores defensores de la paz del país están pidiendo a gritos que se reanuden estos diálogos, los cuales se suspendieron desde el mes de enero del año 2019.
Álvaro Altamiranda, Bogotá.
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