Con uniformes militares caqui, distintos al tradicional verde olivo, los miembros de un frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) arribaron al puerto de Buenaventura, al oeste de Colombia.
Su destino es el departamento del Cauca, una de las 26 zonas donde los miembros de las FARC se concentrarán para dejar las armas e iniciar el tránsito a la vida civil en un plazo máximo de seis meses.
Los guerrilleros se muestran optimistas sobre el proceso de paz, aunque el mismo ha sido amenazado en ocasiones. Las FARC creen que además del Gobierno y los guerrilleros, el pueblo colombiano también debe ayudar a la implementación del acuerdo de paz.
Y los habitantes de Buenaventura, un distrito con marcada presencia de bandas criminales, recibieron a los guerrilleros y expresaron su apoyo al fin de la violencia armada más extensa de América Latina que dejó unos 220 mil muertos.
No obstante, todavía hay oposiciones a la paz. El Ejército colombiano acaba de revelar que cerca del 5 por ciento de las FARC, casi 300 hombres, aún no están acompañando el proceso. El Ejército aseguró responder con mano dura a aquellos guerrilleros que no acepten el acuerdo que busca acabar con 52 años de conflicto.
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