En este modelo climático, creado por el Centro de Investigación Ames de la NASA (ARC, por sus siglas en inglés), se observa cómo las nubes de agua helada se forman para dispersarse durante el transcurso de las estaciones en el planeta rojo.
Las nubes marcianas son menos densas que las de la Tierra y están compuestas principalmente por agua helada, al igual que las de nuestro planeta.
Según un reciente estudio de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés), las nubes de Marte cambian su forma dependiendo de la intensidad del tiempo y del ciclo del agua.
Este fenómeno cumple un papel importante en el clima de Marte, sobre todo en la intensidad de sus sistemas eólicos, lo que significa que las nubes ayudan a controlar el movimiento del agua alrededor del planeta, conforme explicó la NASA en su página web.
La instalación de Supercomputación Avanzada de la NASA proporciona a los investigadores de Marte la potencia informática necesaria para estudiar, de forma detallada, cómo funciona la atmósfera de ese planeta, así como sus escalas temporales, que van desde días hasta toda la historia del planeta rojo.
Este trabajo ayuda a la citada agencia espacial a planificar misiones a Marte y nos ayuda a entender mejor nuestro Sistema Solar y la evolución de los planetas.
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