Congregados ante la Asamblea Legislativa de la ciudad de Río de Janeiro (sureste de Brasil), los manifestantes han rechazado los planes de ajuste, que incluyen el cese de los planes sociales, el descuento en el salario de los trabajadores estatales y descuentos en el pago del aguinaldo.
El Gobierno Federal del presidente brasileño, Michel Temer, envió, a petición del gobernador Luiz Fernando Pezao, 500 efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública para poder llevar a cabo la discusión en el legislativo de Río de Janeiro, estado que se declaró en calamidad pública por no poder cumplir con sus obligaciones financieras, como el pago de salarios.
Durante la protesta, al menos tres personas han resultado heridas, conforme a la información proporcionada por la cadena local GloboNews, que ha indicado también que existen versiones sobre una posible intervención federal en el estado de Río de Janeiro, el segundo más rico del país y que colaboró con la realización de los Juegos Olímpicos llevados a cabo en agosto.
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