Los seguidores de Rousseff han sido pioneros en empezar este domingo sus movilizaciones en las principales ciudades del país sudamericano, en el día en el que la Cámara de Diputados prevé decidir si el proceso de juicio político contra la dignataria avanza o debe ser archivado.
En concreto, la Central Única de los Trabajadores (CUT) y el Movimiento Sin Tierra (MST) han iniciado su protesta coreando la frase "no habrá golpe" en la Avenida Paulista de Sao Paulo, la playa de Copacabana en Río de Janeiro (ambos en sureste de Brasil) y en algunas otras ciudades.
Vean que el pueblo estará aquí en la calle contra el impeachment ¿ya se imaginaron Eduardo Cunha como presidente del país?", ha indicado Rômulo Costa, popular representante del espectáculo de música funk en Brasil.
"Vean que el pueblo estará aquí en la calle contra el impeachment ¿ya se imaginaron Eduardo Cunha como presidente del país?", ha indicado Rômulo Costa, representante del espectáculo de música funk, quien junto con miles de jóvenes han expresado con la música su solidaridad a Rousseff.
Mediante dichas palabras, Costa ha aludido al presidente de la Cámara de Diputados, Cunha, quien promueve activamente la renuncia de la mandataria a pesar de haber sido imputado por la Corte Suprema por corrupción.
La Cámara Baja de Representantes del gigante sudamericano ha empezado desde las 14H00 (17H00 GMT) de este domingo a votar sobre el destino de la primera presidenta brasileña, y se necesitarán 342 votos del total de 513 parlamentarios para aprobar el caso.
La víspera, también, Brasil fue escenario de masivas protestas para expresar apoyo o rechazo al pedido del impeachment contra Rousseff, acusada por la oposición de manipular las cuentas públicas.
The Wall en Brasil: un muro separará a los manifestantes a favor y en contra de Dilma. https://t.co/y15BjGJs8k pic.twitter.com/8tKItZPSVm
— Bigbangnews (@bigbangnw) April 11, 2016
Las movilizaciones se llevan a cabo mientras la Policía ha instalado un muro de casi un kilómetro de largo y dos metros de alto frente al Congreso para separar a pros y contras de la presidenta y una unidad del Ejército de Brasil se ha preparado y entrenado para enfrentar posibles disturbios tras la eventual destitución de Rousseff.
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