• Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Publicada: sábado, 5 de marzo de 2016 1:08
Actualizada: martes, 19 de julio de 2016 3:03

La presidente de Brasil ha manifestado su integral disconformidad con la detención del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por parte de la Policía para que declarara por el caso Petrobras.

Dilma Rousseff considera “innecesario” y “desproporcionado” el allanamiento del edificio donde reside Da Silva, para llevarlo a prestar declaraciones que aclaren su posible involucramiento en el caso de corrupción en Petrobras (la mayor petrolera brasileña).

"Manifiesto mi integral disconformidad con el hecho de que un expresidente de la República que, por varias veces, compareció voluntariamente para prestar declaración ante las autoridades competentes, sea ahora sometido a una innecesaria conducción coercitiva para prestar declaración", ha señalado este viernes a través de un comunicado, en el que también ha exigido el respeto a los derechos individuales y la asunción de la "responsabilidad" de las instituciones.

Manifiesto mi integral disconformidad con el hecho de que un expresidente de la República que, por varias veces, compareció voluntariamente para prestar declaración ante las autoridades competentes, sea ahora sometido a una innecesaria conducción coercitiva para prestar declaración", ha señalado la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Ha enfatizado también que las medidas tomadas en las investigaciones no deben  ser “más severas de lo necesario” ya que, recuerda, la única manera segura para el buen desempeño de las funciones públicas es el “cumplimiento de la Constitución”.

De igual manera ha recordado que su partido –Partido de los Trabajadores (PT) – siempre ha proporcionado información para la operación “Lava Jato”. También ha dejado claro que las acusaciones contra su Gobierno, partido y su preceder en el cargo es una “venganza y retaliación” de quienes no pudieron defenderse por sus actos de corrupción.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

 

Rousseff emite esta nota, horas después de que, en otras declaraciones ofrecidas a un medio local, manifestara su solidaridad con Da Silva, quien también ha recibido el respaldo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Por su parte, Da Silva ha advertido —durante una rueda de prensa tras ser liberado luego de tres horas de interrogación— que detrás de su detención hay intenciones para criminalizar su imagen y la de su partido, cuyo presidente Rui Falcão, ha tachado de “show político” la detención de la policía contra el exmandatario brasileño.

"Hoy en este país ser amigo de Lula parece que se convirtió en algo peligroso. Lo que se busca es criminalizar al PT y a Lula. No existe explicación lógica para que la Policía Federal haya ido hasta mi casa, temen que vuelva a la presidencia", ha indicado Falcão.

Los intentos para vincular a Rousseff y el PT con el caso de corrupción en Petrobras es una nueva medida de la oposición brasileña para impulsar la  destitución de la presidenta, según activistas y políticos.

Rousseff niega las acusaciones de su implicación en el caso y denuncia el uso abusivo de las filtraciones como arma política, ya que según la mandataria, se trata de informaciones “apócrifas, selectivas e ilegales”, y se debería investigar rigurosamente el origen de las infiltraciones, “ya que hieren la ley, justicia y verdad”.

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