Según fuentes locales, los manifestantes exigieron la liberación del líder del principal partido opositor de Baréin, Al-Wefaq, el sheij Ali Salman, y pidieron a la comunidad internacional que instara al régimen a poner en libertad a todos los detenidos.
El líder bareiní ha estado bajo arresto por supuestamente incitar el odio contra el régimen de Al Jalifa y convocar protestas antigubernamentales. Sin embargo, Al-Wefaq rechaza dichas acusaciones y las califica de “mentiras maliciosas”.
Las marchas antigubernamentales se celebraron en varias ciudades y aldeas de todo el país del Golfo Pérsico, después del rezo colectivo del viernes.
Asimismo, los testigos presenciales informaron que la marcha registrada en la localidad de Al-Diraz se tornó violenta, después de que las fuerzas bareiníes lanzaran gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes para dispersarlos.
Por otra parte, los familiares de más de 1100 activistas presos en Baréin instaron el jueves a varias organizaciones, entre ellas la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a tomar medidas inmediatas para la puesta en libertad de los presos políticos en el país árabe.
En Baréin hay cerca de 4000 presos políticos, tal y como anunció en septiembre pasado el presidente del Centro de Baréin para los Derechos Humanos (BCHR, por sus siglas en inglés), Nabil Rayab.
Desde febrero de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, para reclamar, entre otros, el fin del monopolio del poder, la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
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