Los militares bareiníes arremetieron violentamente contra las protestas pacíficas llevadas a cabo en la aldea de Karzakan, ubicada a 20 kilometros al suroeste de Manama (la capital).
Los activistas participantes, agredidos con gases tóxicos y perdigones por las fuerzas del régimen de los Al Jalifa, prometieron no cejar en sus protestas hasta hacer realidad sus demandas.
Las fuerzas de seguridad del pequeño reino árabe reprimen sistemáticamente las numerosas movilizaciones antigubernamentales de los bareiníes, que comenzaron en febrero de 2011.
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