• El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.
Publicada: miércoles, 27 de julio de 2016 12:39

El premier de Australia ordena una amplia investigación acerca de los maltratos a jóvenes indígenas en las prisiones del país.

"Estamos decididos a llegar al fondo de esto, estamos decididos a examinar la extensión de lo que ha sido una cultura de abusos, y desde luego, si ha habido una cultura de ocultación", declaró el el martes el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.

La controversia y escándalo causados por la publicación de vídeos crueles de un centro de detención juvenil de la ciudad de Darwin, en el norte de Australia, han llevado a Turnbull a denunciar la ocultación de los maltratos y ordenar la formación de una Comisión Real, el grado más alto de investigación del país, para esclarecerlos, explica Reuters.

Estamos decididos a llegar al fondo de esto, estamos decididos a examinar la extensión de lo que ha sido una cultura de abusos, y desde luego, si ha habido una cultura de ocultación", dijo el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull

 

Los vídeos, grabados entre 2010 y 2014, no sólo han planteado la cuestión de los malos tratos a menores, sino también la del dispensado a los indígenas australianos, que son en torno a un 94 % de los jóvenes sometidos a presiones en el país.

Las imágenes muestran a guardas lanzando gases lacrimógenos a adolescentes detenidos. En uno de los vídeos, se ve a un adolescente esposado a una silla de inmovilización con una capucha sobre la cabeza y abandonado así durante horas.

El lunes, la cadena Australian Broadcasting Corp emitió, en el programa de investigación Four Corners, vídeos grabados por una cámara de vigilancia de un centro de detención juvenil, causando un escándalo nacional. En consecuencia, las autoridades —desde el nivel local hasta el primer ministro— negaron haber visto antes los vídeos.

El ministro principal del Norte de Australia, Adam Giles, destituyó pocas horas después de la publicación de las imágenes al ministro de Prisiones y afirmó que los maltratos se le habían ocultado.

Por otro lado, activistas pro derechos humanos acusan al Gobierno de ignorar el tema hasta que se ha hecho público.

Elaine Pearson, directora del Observatorio de los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés), ha considerado inhumano el uso de fuerza excesiva (más allá de lo necesario y permitido), las presiones en régimen de aislamiento y la inmovilización con cuerdas de menores.

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