Los ejecutados fueron dos ciudadanos saudíes y tres inmigrantes de Chad que habían sido sentenciados a pena capital por el “secuestro y asesinato de un guardia de seguridad paquistaní”, ha publicado SPA.
Además, se decapitó a un saudí más, por “prender fuego a un hombre y causarle la muerte”, agrega la agencia oficial saudí de noticias, que señala que el séptimo convicto, un nacional libanés, fue ejecutado “después de haber sido declarado culpable de contrabando de pastillas”.
Las ejecuciones del martes elevan a 73 el número total de personas condenadas a muerte en el reino árabe este año, conforme a un recuento de la agencia francesa de noticias AFP.
Organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) ven con preocupación el creciente número de ejecuciones en Arabia Saudí, y advierten de que los Al Saud utilizan la pena de muerte para silenciar a los disidentes, en particular a la minoría musulmana chií.
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