• El príncipe heredero saudí, Mohamad Bin Salman (centro).
Publicada: martes, 2 de enero de 2018 18:44

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) le ha pedido a Arabia Saudí que ponga fin a la ‘represión’ de los activistas pro-DDHH y que libere a quienes tiene detenidos por ejercer sus derechos civiles y políticos de manera pacífica.

“Estamos atestiguando la persecución de los defensores de los derechos humanos por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, reunión, asociación y creencia, además de tomar represalias en su contra por su labor”, han lamentado este martes los expertos en DDHH de la ONU.

En un comunicado, estos expertos han denunciado que más de 60 prominentes clérigos, escritores, periodistas, académicos y activistas se encuentran bajo arresto desde septiembre de 2017, cuando empezó una ola de detenciones bajo las denominadas leyes antiterroristas y de seguridad.

Además, han arremetido contra el “preocupante patrón” que se aplica en el reino árabe de realizar “arrestos arbitrarios y detenciones amplias y sistemáticas”, que causó las recientes detenciones. Entre los arrestados se encuentran el clérigo Salman al-Awdah, el académico y escritor Abdolá al-Maliki, y los empresarios Essam al-Zamel, Abdulaziz al-Shubaily e Issa bin Hamid al-Hamid.

Estamos atestiguando la persecución de los defensores de los derechos humanos por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, reunión, asociación y creencia, además de tomar represalias en su contra por su labor”, denuncian los expertos en DDHH de la ONU.

La nota manifiesta, asimismo, que los Al Saud —la familia que rige Arabia Saudí— siguen silenciando, arrestando, deteniendo y persiguiendo, de forma arbitraria, a los defensores y críticos de los derechos humanos pese al hecho de que fue elegido país miembro del Consejo de Derechos Humanos.

Este comunicado no hace alusión a los arrestos de 200 príncipes, ministros y líderes empresariales saudíes que se produjeron en noviembre de 2017 bajo la supuesta “purga anticorrupción”. Algunos han sido puestos en libertad tras llegar a acuerdos financieros con el régimen saudí.

Aunque las recientes medidas represivas del régimen de Riad ya han sido criticadas por Amnistía Internacional (AI) y la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), este tipo de condenas contra el país árabe resultan extrañas cuando provienen de las Naciones Unidas.

Pese a que hasta el momento el régimen saudí no ha reaccionado al respecto, Riad siempre ha negado la existencia de presos políticos en el país, justificando que las autoridades deben monitorear a los activistas para mantener la ‘estabilidad social’.

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