Un informe publicado el martes por el portal estadounidense National Interest destaca la “fragilidad política” del régimen saudí y se muestra sorprendido por la duración de la monarquía hasta el siglo XXI.
La familia real siempre ha tenido que jugar en medio de los altibajos del mercado petrolífero, su única fuente económica, así que la posibilidad de una decadencia siempre ha estado presente. De hecho, añade la publicación, el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, y su “hijo favorito”, que además es el más “ambicioso” y “novato”, están llevando esta posibilidad a la realidad.
Los juegos de poder protagonizados por este hijo, el príncipe heredero saudí, Mohamad bin Salman, —incluidas la reciente purga entre príncipes y ministros saudíes bajo el pretexto de la lucha anticorrupción— no obstante, no encajan en las acciones principales, a través de las cuales los Al Saud han sacado adelante la monarquía hasta el día de hoy.
Tradicionalmente, aunque solo una persona podía ser el rey, el sistema saudí “distribuía” el poder entre los diferentes miembros de la familia real. Sin embargo, con las purgas, “se ha roto el sistema”. Ahora todo el poder está centralizado en manos del príncipe heredero.
Por el momento, se desconocen las razones que convencieron el rey saudí de seguir los intentos caprichosos de su hijo, luz de sus ojos, resalta el informe.
El carácter ambicioso de Mohamad bin Salman rememora al líder norcoreano Kim Jong-un, quienes además de tener la misma edad, agrega el informe, han realizado purgas “sin vacilar” sin haber dejado que los vínculos de familiaridad obstaculicen sus proyectos.
La inestabilidad interna en Arabia Saudí es importante para el exterior, incluido Estados Unidos, en relación con el nivel de influencia en la región, en particular, en el Golfo Pérsico. Por tanto, esta situación también tendrá impactos fuera del reino árabe y la inestabilidad saudí “será exportada” al resto de la región.
No obstante, Arabia Saudí siempre ha sido fuente de inestabilidad incluso antes del príncipe heredero. Este país siempre ha trataba de involucrarse en otras partes de la región de Oriente Medio. La publicación recuerda el envío de fuerzas saudíes a Bahréin para reprimir a los manifestantes antigubernamentales e incitar la guerra civil en Siria.
Si bien, Mohamad bin Salman, acompañado por su padre, está acelerando la desestabilización regional, destaca el informe.
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