Los participantes en el acto de protesta salieron a las calles en repudio a la muerte de su compatriota, identificado como Hamam, quien perdió la vida tras haber sido torturado en una cárcel del régimen saudí.
Los indignados saudíes bloquearon la carretera principal de la citada urbe e instaron al enjuiciamiento de los autores de la muerte de Hamam.
Además de pedir la puesta en libertad de los presos políticos, los manifestantes exigieron a las organizaciones internacionales tomar medidas necesarias para impedir la violación de los derechos de los prisioneros saudíes.
Según estimaciones, más de 30.000 presos políticos se encuentran en las cárceles saudíes. Algunos de los prisioneros están encarcelados desde hace 15 años sin que se les hayan imputado cargos y sin haber comparecido ante un tribunal.
Entre los presos políticos saudíes destaca el prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, encarcelado por criticar al régimen de Al Saud a causa de la discriminación de la que es objeto la comunidad chií en el país y pedir reformas políticas en la monarquía árabe.
Desde el mes de febrero de 2011, los saudíes vienen realizando manifestaciones pacíficas para exigir la liberación de los presos políticos, libertad de expresión, la aplicación de reformas políticas y el fin de la escalada de discriminación económica y religiosa vigente en el reino árabe.
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