La manifestación se ha desarrollado este viernes mientras los parlamentarios alemanes debatían la iniciativa de ley del Gobierno que prevé aumentar la vigilancia del tráfico en Internet.
De aprobarse, la ley permitiría a las autoridades obligar a los proveedores de Internet a guardar datos tales como la ubicación de los usuarios para futuras investigaciones policiales. Los manifestantes observan que la legislación violaría la privacidad de los ciudadanos.
Durante la movilización, se han gritado consignas como “No al espionaje alemán” y “Alemania quiere espiar”, entre otras.
En este sentido, un responsable de la organización Sociedad Digital de Alemania, Volker Tripp, ha afirmado que el Parlamento estará cruzando una línea roja si aprueba el almacenamiento de dichos datos de tráfico y localización, ya que a su juicio los datos de al menos 80 millones de personas quedarían expuestos a "un enorme riesgo de abusos".
El jueves, el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, hizo un llamamiento a endurecer el control sobre el Servicio Federal de Inteligencia, después de que los medios denunciaran que sus agentes han espiado embajadas de países aliados sin el consentimiento expreso del Gobierno.

La revista Der Spiegel reveló el mismo jueves que el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND, por sus siglas en alemán) ha estado siguiendo de cerca los movimientos de las embajadas y otros organismos, así como "otros objetivos" en Francia y Estados Unidos, pese a estar fuera del área de actividad del servicio de Inteligencia germano.
El portal Wikileaks publicó el pasado 12 de mayo documentos que corroboran la complicidad del Gobierno alemán con la Agencia de Seguridad estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés) en el espionaje a civiles y compañías alemanes.
Incluso un informe de la cadena de televisión estadounidense CNN ha llegado a revelar, el pasado julio, que los servicios secretos de Washington y de Berlín espiaron a medios de comunicación alemanes para ejercer presión sobre ellos.
Al mismo tiempo, las propias autoridades alemanas han sido víctima de los programas de espionaje de Estados Unidos durante muchos años, algo que ha llevado al país germano a convocar al embajador de EE.UU. en Berlín para pedirle explicaciones.
Los medios de comunicación germanos han informado de que el Ministerio Federal del Interior ha dado en varias ocasiones respuestas falsas a preguntas parlamentarias sobre el escándalo del espionaje alemán.
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