• Soldados estadounidenses se lanzan en paracaídas en un lugar de Polonia en el marco de las maniobras Anaconda de la OTAN, 7 de junio de 2016.
Publicada: domingo, 19 de junio de 2016 14:46

En Alemania vuelven a sonar voces contrarias a la acumulación de fuerzas de la OTAN cerca de fronteras rusas; un exalto titular germano advierte que su país no debería formar parte de esas operaciones.

El excanciller Gerhard Schroeder (1998-2005), aseveró el sábado en una entrevista con el diario alemán Süddeutschen Zeitung que las políticas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podrían conducir a una nueva carrera armamentista con Rusia, algo que no solo "no ayudará a mitigar los conflictos con Rusia" sino que tampoco va a contribuir a "restablecer las buenas relaciones". 

Alemania, argumentó, no debería participar en la acumulación de tropas cerca de las fronteras rusas en Europa del Este, y en su lugar debería trabajar en mejorar estas relaciones debido a la histórica responsabilidad que tiene ante Moscú y que “nunca” debería olvidar, en alusión a la historia de Alemania como invasora de Rusia y los 27 millones de soviéticos fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Por ello, en sus comentarios sobre la decisión de la OTAN de desplegar alrededor de 4000 soldados en los Estados bálticos y Polonia para incrementar su presencia en la región, Schroeder enfatizó que para Alemania sería inapropiado y "erróneo" tomar parte en esa concentración de fuerzas militares en las puertas de la frontera rusa.

Asimismo, el excanciller tachó de ridícula y lejos de la realidad la noción de que Moscú "puede estar alimentando un plan de invasión a los países miembros de la OTAN", principio con el que la Alianza ha estado defendiendo su incremento de fuerzas cerca de Rusia hasta hora.

En esa misma jornada, fue el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, quien criticó en otra entrevista los ejercicios militares de la OTAN cerca de las fronteras rusas y lamentó que la región se volverá insegura con tales "gritos de guerra".

El aumento de la presencia militar de la OTAN no ha hecho más que incrementar la tensión en las relaciones con Rusia, hasta un punto jamás visto desde la Guerra Fría. A raíz de ello, el Kremlin ha advertido, de manera recurrente, de las consecuencias de la progresiva expansión de la Alianza hacia su zona de seguridad y ha desplegado nuevas armas en sus fronteras europeas para mantener el equilibrio militar.

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