Unos 5000 activistas, según los organizadores, y 2000, según la policía local, han formado una cadena humana de nueve kilómetros desde la localidad de Kindsbach hasta Ramstein, para expresar su rabia contra los ataques que efectúa EE.UU. con sus aviones no tripulados (dron) en otros países en Oriente Medio y África.
La movilización fue organizada por la alianza “Stop Ramstein”, que afirma que la base sirve como un punto de transmisión de información entre los operadores y las aeronaves que lanzan ataques en Afganistán, Paquistán, Irak, Siria y Yemen.
Creo que es importante enviar una señal contra todas las formas de intervención militar, sobre todo cuando es dirigida desde el suelo alemán. Mientras las autoridades no han hecho nada al respecto, como ciudadanos, vemos como nuestro deber personarse aquí y mostrar que no queremos esto”, ha aducido uno de los manifestantes.
Los enfurecidos han tachado de “anticonstitucional” la emisión de información de batalla mediante la base de Ramstein y reivindican el cierre de la instalación por satélite.
“Creo que es importante enviar una señal contra todas las formas de intervención militar, sobre todo cuando es dirigida desde el suelo alemán. Mientras las autoridades no han hecho nada al respecto, como ciudadanos, vemos como nuestro deber personarse aquí y mostrar que no queremos esto”, ha aducido uno de los manifestantes.
Ramstein, la principal base militar de EE.UU. en Europa, desempeña un importante rol en la guerra de drones estadounidenses. En abril de 2015, el semanario germano Der Spiegel reveló que casi todos los controvertidos ataques perpetrados por los llamados ‘drones asesinos’ son coordinados desde la base aérea norteamericana de Ramstein.
Los ataques de drones estadounidenses han dejado miles de muertos en países como Paquistán, Afganistán, Irak, Yemen y Somalia. Los últimos datos indican que los civiles son las principales víctimas de dichas razias.
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