“Ahora, un gran número de terroristas EIIL están partiendo desde Siria e Irak rumbo a Afganistán y podrían convertir el país en una base para enviar terroristas a los países miembros de la OTSC”, dijo el miércoles Valeri Semerikov, jefe interino de la organización, en la Conferencia de Seguridad de Moscú.
La situación de Afganistán ha empeorado a causa de la acción de los terroristas, el creciente tráfico de drogas y los permanentes enfrentamientos entre los diferentes grupos étnicos, añadió Semerikov en la capital rusa.
Ahora, un gran número de terroristas de IS (acrónimo inglés de EIIL) están partiendo desde Siria e Irak rumbo a Afganistán y podrían convertir el país en una base para enviar terroristas a los países miembros de la OTSC”, dice Valeri Semerikov, el jefe interino de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC).
El jefe interino también afirmó que Daesh y otro grupo terrorista, Al-Qaeda, están negociando la creación de una alianza para luchar en las mismas filas.
"Según la información disponible, últimamente se están dando intentos de zanjar las discrepancias entre Daesh y Al-Qaeda mediante negociaciones para unir estas dos organizaciones terroristas en una alianza", indicó.
Semerikov aseveró que si esta iniciativa se hace efectiva, "la amenaza terrorista en el mundo crecerá exponencialmente", y advirtió de que semejante escenario conlleva peligro, en particular, para los Estados de la OTSC.
En los últimos tiempos, señaló el funcionario, se han cometido al menos 35 atentados en los últimos tiempos en el territorio de los Estados limítrofes con la zona de responsabilidad de la OTSC.
Afganistán sufre de graves problemas políticos, sociales y de seguridad. Muchos analistas creen que la primera razón de la crisis que sufre Afganistán es la invasión llevada a cabo en 2001 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), porque, según ellos, tras la agresión de la Alianza Atlántica se ha desarrollado en Afganistán la banda terrorista EIIL.
Según las autoridades estadounidenses, hay entre 600 y 800 combatientes que luchan en las filas de Daesh en Afganistán. Otras estimaciones muestran una cifra varios centenares más elevada.
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