Al presentar este viernes un informe a la prensa, el general Joseph Votel, del Mando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses, ha explicado que en el bombardeo lanzado el 3 de octubre de 2015, la tripulación del avión AC-130 no disponía de una lista de sitios protegidos en la región de Kunduz.
Según Votel, la aeronave dirigió su ataque por equivocación contra el centro médico, donde se atendía a pacientes con traumas, provocando unas 40 muertes entre pacientes, familiares y personal sanitario.
Hasta el momento, el Gobierno estadounidense ha castigado a 16 militares, incluido un general, por haber bombardeado por error el mencionado hospital.
Pero al parecer los castigos administrativos que van a recibir los militares estadounidense involucrados en el ataque han consternado a los sobrevivientes y parientes de las víctimas.
#EEUU castiga a16 militares por atacar un hospital civil afgano https://t.co/mQYsux2ykx
— HispanTV (@Hispantv) April 29, 2016
Para ellos, el castigo que van a recibir los militares culpables del ataque es insuficiente e injusto, ya que no se presentará ningún cargo criminal contra ellos. Quieren justicia.
Aviones de combate estadounidenses atacaron el pasado 3 de octubre un hospital de MSF en la ciudad afgana de Kunduz.
En el bombardeo, perdieron la vida al menos 30 personas, incluidos 13 miembros del personal de MSF, y 27 trabajadores de la organización y varios pacientes resultaron heridos.
Según declaraciones hechas entonces por el general estadounidense John Campbell, el ataque aéreo se debió a "un error humano".
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