Se trata de un plan trazado por Arabia Saudí para acabar con la infraestructura de Yemen bombardeando las escuelas, los hospitales, las carreteras, las plantas eléctricas con el fin de hacer imposible la vida cotidiana de los habitantes y debilitar su resistencia.
Por su parte, el Ministerio de Salud yemení advirtió el jueves sobre la posibilidad del cierre de los centros de salud y atención médica debido a la falta de combustibles, electricidad, fármacos y equipos médicos en el país.
El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el visto bueno de las Naciones Unidas, pero con luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi; un fiel aliado de Riad.
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