Los asistentes a la marcha, en su mayoría musulmanes residentes en Moscú, lanzaron consignas y portaron carteles con lemas como "Viva la lucha del pueblo yemení", "Abajo el régimen saudí", “La agresión a Yemen es contra el Islam”, y exigieron que Riad cese su invasión militar al país árabe.
Asimismo, portaron imágenes de las víctimas de la invasión saudí, y condenaron los crímenes y los actos inhumanos que cometen Arabia Saudí y sus aliados contra el pueblo yemení.

El presidente de la comunidad chií en Moscú, Famil Yafarof, que participó en el acto, manifestó que la invasión saudí a Yemen vela por los intereses del régimen israelí.
Otro de los participantes en la marcha, además de condenar enérgicamente la agresión del régimen saudí, lamentó que la comunidad internacional, hasta el momento, no haya adoptado ninguna medida seria para poner fin a los ataques inhumanos contra el pueblo yemení.
Ante el empeoramiento de la situación en Yemen, el Gobierno ruso presentó en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) un proyecto de resolución en el que solicitó una pausa humanitaria de los bombardeos de Arabia Saudí y sus aliados.
Empero, el régimen de Al Saud rechazó el proyecto de resolución presentado por Rusia ante el CSNU y lo tachó de “innecesario”.
Hasta el momento los bombardeos saudíes, en su gran mayoría dirigidos contra zonas residenciales yemeníes, han dejado al menos 873 muertos, entre ellos 164 niños, y miles de heridos.
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