Medios yemeníes informaron el lunes que cazas saudíes arrojaron sofisticadas armas ligeras y granadas que han caído en las manos de los integrantes de Al-Qaeda y fuerzas de Hadi en Adén y la provincia de Ad Dali.
No es la primera vez que Arabia Saudí lanza cargamentos de armas a Al-Qaeda para que luche contra los miembros del movimiento popular yemení.
El pasado jueves, aviones saudíes arrojaron armas a los grupos afiliados a Al-Qaeda y las fuerzas leales de Hadi que luchan contra Ansarolá en Adén.
El 4 de abril, los cazas del régimen Al Saud en vez de apoyar al grupo terrorista de Al-Qaeda, lanzaron por error cargamentos de armas al Ejército yemení en Adén.
Las fuentes yemeníes declararon que tras la entrega de las armas a los grupos terroristas, los cazas saudíes y sus aliados atacaron la noche del lunes al Ejército yemení apoyado por los combatientes de Ansarolá en Ad Dali.
Este martes también los aviones del régimen saudí han vuelto a bombardear la base militar de Hamza en el este de la ciudad de Ibb, en el sur del país árabe. Hasta el momento no hubo informaciones sobre las posibles víctimas del hecho.
En base a la información divulgada el sábado por la agencia oficial de noticias yemení Saba, citando a una organización yemení de derechos humanos, los bombardeos saudíes, iniciados desde el 26 de marzo, han provocado la muerte de 857 personas, entre ellas 160 niños, 32 mujeres y 13 ancianos.
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