Los cazas saudíes, violando por cuarto día consecutivo las leyes internacionales, han bombardeado el Aeropuerto de Saná, capital de Yemen, y asesinado a 25 miembros del movimiento popular yemení Ansarolá, informa la cadena saudí de noticias Alarabiya.
La cadena saudí añade que hombres armados que apoyan el expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansu Hadi han asesinado a más de 50 miembros de Ansarolá en la provincia de Shabwa.
Mansur Hadi presentó su renuncia al poder el pasado mes de enero, después de que su Gabinete encabezado por el primer Ministro Jaled Bahah presentara su dimisión, pero al mes —y con el apoyo, probablemente a instancias, de Arabia Saudí y EE.UU., países contrarios a que en Yemen gobierne un movimiento popular e independiente como Ansarolá que no siga sus dictados— se retractó de la dimisión presentada y eligió la ciudad de Adén (sur), como sede.
Tras su huida, los medios de comunicación árabes y extranjeros trataron de dar legitimidad al fugitivo mandatario y, con la luz verde de EE.UU., allanaron el terreno para que Riad iniciara la presente agresión militar contra los revolucionarios yemeníes.
Según los analistas, el principal objetivo de la operación Asifat al-Hazm (Tormenta Decisva) es propiciar los intereses del régimen israelí y de EE.UU. en la región, así como debilitar la influencia de Ansarolá, movimiento que, de hecho, lucha contra los grupos terroristas vinculados con Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe), lo que, además, pone en entredicho la lucha contra Daesh de EE.UU.
El 26 de marzo, el régimen de Al Saud, inició una serie de ilegales ataques aéreos contra el movimiento popular yemení Ansarolá, en un intento de restaurar en el poder a Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Hasta el momento, decenas de personas, incluidos niños, han muerto como consecuencia de la ofensiva militar de Riad en diferentes partes de Yemen.
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