Nosotros nunca quisimos lo que se dio en Ucrania ni en Yemen, en ambos casos tenemos un largo camino por recorrer para aproximarnos a una reconciliación nacional”.
El canciller ruso, en una rueda de prensa celebrada en Guatemala tras reunirse con sus homólogos centroamericanos, elogió la postura de los países de la región por no haber participado en el plan occidental de imponer sanciones contra Rusia y advirtió de la existencia de sentimientos ultranacionalistas dentro del Gobierno ucraniano.
“Exigimos que se tomen medidas para prevenir la conversión de Ucrania en un Estado nacionalista que no corresponde de ninguna manera con las normas europeas existentes”, así lo aseguró Lavrov.
En sus declaraciones lamentó la falta de una reconciliación nacional tanto en Ucrania como en Yemen y lo consideró como un obstáculo para acabar con la crisis en los dos territorios.
“Nosotros nunca quisimos lo que se dio en Ucrania ni en Yemen, en ambos casos tenemos un largo camino por recorrer para aproximarnos a una reconciliación nacional”, aseveró, para luego insistir en reanudar los diálogos entre las partes en conflicto en el país árabe.
Asimismo, el canciller ruso advirtió de los intentos por aprovecharse de la “confrontación entre suníes y chiíes” en Yemen y lo calificó de “muy peligroso”.
En este contexto, criticó también el “doble rasero” de la Casa Blanca a la hora de brindar su apoyo al presidente fugitivo de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi, y no hacerlo respecto al mandatario derrocado de Ucrania (22 de febrero) Víctor Yanukóvich.
Yemen ha sido testigo de un gran cambio en su sistema político: la mayoría de las facciones, encabezadas por el movimiento popular Ansarolá, acordaron el pasado 6 de febrero la creación de un Consejo Presidencial para acabar con el vacío de poder en el país, y preparar, dentro de dos años, la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias.
Sin embargo, a primeras horas de la jornada del jueves, una coalición de 10 países, encabezada por Arabia Saudí e integrada por los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico), a excepción de Omán, inició una ofensiva contra Yemen, en la cual, según el Ministerio yemení de Salud, al menos 25 civiles, en su mayoría niños y mujeres, perdieron la vida.
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