"Es importante que hoy reciban un mensaje de mi parte: Venezuela necesita diálogo y me parece positivo el compromiso del presidente de convocar elecciones este año. El país necesita mucho dialogo y mucho entendimiento", dijo el domingo González, tras reunirse con la defensa de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, encarcelados por su complicidad en la violencia desatada durante los hechos violentos de febrero de 2014.
"Es importante que hoy reciban un mensaje de mi parte: Venezuela necesita diálogo y me parece positivo el compromiso del presidente de convocar elecciones este año. El país necesita mucho dialogo y mucho entendimiento", dijo el domingo Felipe González.

Asimismo, en sus declaraciones a la prensa frente a la casa de Ledezma, donde este se encuentra en arresto domiciliario, insistió en la necesidad de “recomponer, reconciliar y reconstruir instituciones” a fin de “resolver los problemas” en el país bolivariano.
Sin embargo, su visita a Caracas (capital) ha provocado fuertes críticas del pueblo venezolano. De hecho, ayer domingo empezó a circular en la red la etiqueta #FelipeFueraDeAqui, un tuitazo en rechazo a la visita de González a Caracas para respaldar a la extremaderecha.

El 21 de abril, el Parlamento unicameral venezolano declaró a González persona non grata para el pueblo venezolano.
De igual manera, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano reiteró el domingo su rechazo a "todas acción de injerencia extranjera en los asuntos judiciales internos".
En este sentido, la presidenta del Poder Judicial, Gladys Gutiérrez, aseguró que "estas prácticas inadmisibles en nada desviarán el curso de la justicia venezolana en su ineludible misión de cumplir y hacer cumplir, en el ámbito de sus competencias, la Constitución y las leyes de la República Bolivariana de Venezuela".
González, señala Gutiérrez, no puede ejercer como “profesional del Derecho” en una causa penal en Venezuela, argumentando que eso vulneraría la Ley de Abogados y la certificación de título profesional que exige la Carta Magna. Para acompañar a la defensa como consultor es necesario, añade, ser un experto y tener competencias que el exmandatario español no ha acreditado.
En la agenda de González figura la visita a los familiares de Ledezma y López, y su asistencia a alguna vista del juicio contra López, que se reanudará a principios esta semana.
Maduro calificó la visita del político español de injerencia negativa en los asuntos internos del país.
El Gobierno venezolano acusa a González de fomentar una guerra psicológica y denuncia que cuando estuvo al frente del Ejecutivo de España, entre 1982 y 1996, mantuvo sospechosos vínculos con el exmandatario venezolano Carlos Andrés Pérez durante su segundo mandato, destituido de su cargo en 1993 por la Corte Suprema por malversación de fondos públicos. En aquella época, Antonio Ledezma fue designado por el expresidente (Pérez) alcalde mayor de Caracas.
Leopoldo López inició hace dos semanas una huelga de hambre en prisión, donde se encuentra desde 2014, tras entregarse a las autoridades días después de promover e incitar los actos vandálicos y las llamadas guarimbas que dejaron más de 40 muertos en la nación suramericana, y cuyo fin era derrocar al presidente legítimo Nicolás Maduro.
Antonio Ledezma fue detenido en febrero en 2014, acusado de fraguar un plan golpista contra el Gobierno constitucional.
La actitud injerencista del Gobierno español no es un fenómeno nuevo. Maduro tachó el pasado abril de “racista” al Gobierno de España por exigir la liberación de López y Ledezma.
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