Con motivo del “Día de los periodistas que trabajan”, los manifestantes pidieron la inmediata liberación de dichos periodistas, detenidos hace más de un mes por cargos de “espionaje”.

Yo diría que este es un día de luto para nosotros, pero no quiero ser tan pesimista. Estamos atravesando tiempos difíciles, pero nada es eterno. Espero que lo antes posible tengamos periódicos y canales de televisión que realmente informen”, declaró Ayse Yilmaz, editora del diario turco Cumhuriyet.
Los concentrados coreaban consignas y portaban pancartas a favor de la libertad de prensa: “El periodismo no es un crimen” y “Los medios de comunicación libres no pueden ser silenciados”.
La Policía de Turquía arrestó el pasado 26 de noviembre a Dündar, redactor jefe del diario opositor turco Cumhuriyet, y a su colega Gül, responsable de la redacción en Ankara del periódico, y la Fiscalía turca los acusó de “espionaje”.
La Fiscalía de Turquía los acusó también de “divulgar secretos de Estado” por el artículo publicado en mayo, donde revelan posibles entregas de armas de miembros de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT, en turco) a los terroristas que operan en Siria.
“Yo diría que este es un día de luto para nosotros, pero no quiero ser tan pesimista. Estamos atravesando tiempos difíciles, pero nada es eterno. Espero que lo antes posible tengamos periódicos y canales de televisión que realmente informen”, dijo Ayse Yilmaz, editora de Cumhuriyet, que asistió a la protesta.
Existe gran preocupación por el deterioro de la libertad de expresión en Turquía, en particular durante la presidencia de Recep Tayyip Erdogan, ya que varios periodistas turcos enfrentan procesos judiciales por criticar a altos funcionarios del país.
De acuerdo con Ismet Demirdogen, otro periodista que concurrió a la protesta, más de 30 periodistas se encuentran actualmente en prisión solo por haber escrito o divulgado la verdad.
Tras la divulgación del video por Cumhuriyet, que muestra un camión turco, escoltado por agentes de los servicios secretos turcos, supuestamente cargado con munición destinada a los grupos armados en Siria, Erdogan denunció como espías a quienes divulgaron la grabación e incluso exigió la cadena perpetua para el responsable de esta información.
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