La fundadora del Observatorio Global de Drones de EE.UU., Medea Benjamin, puso de relieve el viernes que tales ofensivas de Washington con teledirigidos en Somalia y Oriente Medio deben ser efectuadas bajo la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Africana (UA).
Si bien se puede atacar a personas que lo merecen, no estoy diciendo que a mí me gusta (el grupo extremista) Al-Shabab, pero creo que (tales incursiones) se deben llevar a cabo a través de la ONU y la UA, no unilateralmente por EE.UU.", precisó la activista estadounidense Medea Benjamin.
"Si bien se puede atacar a personas que lo merecen, no estoy diciendo que a mí me gusta (el grupo extremista) Al-Shabab, pero creo que (tales incursiones) se deben llevar a cabo a través de la ONU y la UA, no unilateralmente por EE.UU.", precisó la activista estadounidense.
Benjamin tachó de chocante el hecho de que EE.UU utilice bases en Somalia para realizar ataques con aviones no tripulados bajo el pretexto de defender al pueblo norteamericano.

La activista por la paz hizo estas declaraciones un día después de que se revelara que el Pentágono ha mantenido en funcionamiento una base secreta en la ciudad somalí de Kismayo, para las misiones de sus drones y entrenar a las fuerzas de élite del país.
De acuerdo con el Buró de Periodismo Investigativo (TBIJ, por sus siglas en inglés), unas 105 personas han perdido la vida en los ataques con aviones no tripulados estadounidenses en Somalia.
Pese a las fuertes críticas por el funcionamiento de bases de aviones no tripulados en suelo extranjero- a veces sin el conocimiento del país anfitrión-, Washington pretende expandir sus operaciones con este tipo de vehículos en diferentes partes del mundo, entre ellas África, rica en recursos naturales y energéticos.
Estados Unidos está llevando a cabo desde 2001 ataques con aviones no tripulados en países como Afganistán, Paquistán y Yemen. Si bien estos ataques los inició el expresidente George W. Bush, se han intensificado en el mandato de Barack Obama.
A pesar de que Estados Unidos alega que estas acciones están dirigidas contra los integrantes de grupos terroristas, fuentes locales aseguran que los civiles, también, forman parte de las víctimas mortales.
La ONU y otras entidades internacionales de derechos humanos han catalogado a Estados Unidos como el país número uno en "asesinatos selectivos", en gran medida, debido a estas operaciones con drones.
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