La revista oficial del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ha mostrado este miércoles una fotografía, en la que aparece una lata de refrescos y lo que parece ser un detonador.
Los divididos cruzados de Oriente y Occidente se creían a salvo en sus aviones, mientras que bombardeaban cobardemente (...) al Califato", escribe la revista Dabiq.
"Los divididos cruzados de Oriente y Occidente se creían a salvo en sus aviones, mientras que bombardeaban cobardemente (...) al Califato", escribe la revista Dabiq, que añade: "Y así fue la venganza contra aquellos que se sentían seguros en la cabina del avión".
Así mismo, el medio ha publicado una foto en la que exhibe pasaportes pertenecientes a los pasajeros rusos muertos, "obtenidos por los integrantes del grupo terrorista". Pero no se puede verificar la autenticidad de dichas imágenes publicadas en la revista.

Según la revista, EIIL aprovechó un vacío legal en el aeropuerto de Sharm el-Sheij, en Egipto, para hacer pasar de contrabando la bomba que más tarde causó la masacre aérea.
El grupo extremista takfiri ha afirmado que inicialmente había planeado derribar un avión perteneciente a un país participante en los bombardeos de la coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU., en Siria e Irak, pero cambió de idea cuando Rusia inició su propia campaña de ataques aéreos en Siria.
Por otra parte, la agencia británica Reuters ha dicho, citando fuentes cercanas a la investigación del accidente, que el epicentro de la explosión parece haber estado en la parte trasera de la cabina, cerca de la sección de cola.
"De acuerdo con una versión preliminar, la bomba podría haber sido colocado bajo el asiento del pasajero junto a la ventana. Su detonación ha llevado a la destrucción de la estructura y la despresurización de la cabina", indica Reuters.
El avión de pasajeros ruso se estrelló el 31 de octubre en la península del Sinaí (Egipto) con 224 personas a bordo. El Servicio Federal de Seguridad (FSB, por su acrónimo ruso) confirmó el martes que este incidente se debió a la explosión de una bomba introducida en el aparato.
Rusia inició contra objetivos de Daesh y de otras bandas extremistas en suelo sirio una campaña de bombardeos, hasta el momento exitosa. La ofensiva aérea rusa, además de haber obligado a los terroristas a huir de sus posiciones, ha resultado en la destrucción de un 40 % de las infraestructuras de este grupo takfirí.
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