Por desgracia, a día de hoy aun no tenemos un cese el fuego. Esperábamos haber acordado un cese el fuego (…). Por desgracia, el cese el fuego no llegó.
“Por desgracia, a día de hoy aun no tenemos un cese el fuego”, se lamentó Merkel a la prensa en la capital rusa, Moscú, tras reunirse con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. “Esperábamos haber acordado un cese el fuego (…). Por desgracia, el cese el fuego no llegó”, agregó.
La mandataria alemana culpó a las fuerzas independentistas del fracaso del alto el fuego, afirmando que su conclusión se basa en información proporcionada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Merkel criticó, además, la posición rusa respecto a la crisis ucraniana, achacándole el “duro revés” en las relaciones bilaterales Moscú-Berlín y calificándola de contraria a “la base del orden pacífico común de Europa”.

La canciller se encontraba en Moscú para participar en una ceremonia por el septuagésimo aniversario de la victoria de los Aliados contra la Alemania nacionalsocialista en la Segunda Guerra Mundial.
Tal como yo lo veo, contamos con toda la base necesaria para creer que, aunque con dificultades, el proceso de Minsk está progresando. A pesar de todos los problemas en el este de Ucrania, ahora está más tranquila.
Por su parte, el presidente ruso se mostró más optimista en su valoración de la aplicación de los acuerdos de Minsk entre Kiev y las fuerzas sublevadas contra el Gobierno proccidental.
“Tal como yo lo veo, contamos con toda la base necesaria para creer que, aunque con dificultades, el proceso de Minsk está progresando”, dijo Putin, antes de añadir que, “a pesar de todos los problemas en el este de Ucrania, ahora está más tranquila”.

Putin insistió además en responsabilizar a ambos bandos de las violaciones de la tregua, y en que la resolución del conflicto solo puede alcanzarse mediante “el diálogo directo” entre ellos.
Estoy de acuerdo con la canciller alemana en que no hay más alternativa que cumplir todos los pactos de Minsk con la ayuda de los instrumentos de la OSCE.
“Estoy de acuerdo con la canciller alemana en que no hay más alternativa que cumplir todos los pactos de Minsk con la ayuda de los instrumentos de la OSCE”, dijo el presidente de la Federación Rusa, que se comprometió a hacer cuanto esté en su mano por contribuir a poner fin al conflicto.
Rusia “hará valer toda la influencia que tenemos sobre los dirigentes de Lugansk y de Donetsk”, prometió Putin.
El pasado 12 de febrero, representantes ucranianos y de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk firmaron en la capital bielorrusa, Minsk, un acuerdo de alto el fuego a partir del 15 de febrero. Pese a lo cual, ambos bandos han seguido desde entonces incurriendo en ofensivas esporádicas.
Los enfrentamientos comenzaron con el lanzamiento por Kiev de una operación “antiterrorista”, en abril de 2014, contra las fuerzas independentistas de las provincias de habla rusa que se habían sublevado frente a la sustitución del presidente Víktor Yanukóvich por dirigentes proccidentales.
El viernes, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, cifró ya en casi 7 000 el número de civiles muertos desde el inicio de las hostilidades, a los que hay que sumar la desaparición de un millar de personas.
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