Las sanciones antirrusas impuestas por países occidentales prácticamente no funcionan”.
"Las sanciones antirrusas impuestas por países occidentales prácticamente no funcionan”, ha dicho el jefe del Estado checo durante un foro económico celebrado en la ciudad de Praga, capital checa.
Estos embargos, según el mandatario checo, solo han servido para aumentar y propagar la popularidad del presidente de Rusia, Vladimir Putin, entre sus compatriotas que ven a su país atacado por el Occidente.
Agrega que Putin se está aprovechando de la situación para conseguir más apoyo del pueblo ruso que considera las sanciones occidentales como medidas discriminatorias contra Moscú.
Asimismo ha expresado su deseo de que Praga y Moscú normalicen sus relaciones, pero lo ha condicionado al cumplimiento de los acuerdos de Minsk por parte de Rusia.
Los países occidentales acusan a Rusia de interferir en los asuntos internos de Ucrania y empeorar la situación en este país, hecho que Moscú rechaza y, a su vez, acusa al Occidente de instigar al caos en el territorio ucraniano con el fin de distanciarlo de Rusia.
A raíz del conflicto de este de Ucrania, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos adoptaron sanciones contra la economía rusa, lo que provocó la devaluación de cerca de 40 % de la moneda rusa, el rublo.
Sin embargo, ha disminuido el interés de la UE para continuar implementando las sanciones antirrusas dado que las economías de varios países del bloque europeo se han visto dañadas por haber perdido el acceso a los mercados rusos.
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