• El presidente de Rusia, Vladimir Putin.
  • El primer ministro israelí, Benyamin Natanyahu.
Publicada: sábado, 18 de abril de 2015 12:50

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha calificado de "contraproducente" un posible envío de armas letales israelíes a Ucrania como reacción a la decisión rusa de vender a Irán sistemas antiaéreos S-300.

“Sería contraproducente si hablamos de armamento letal. Esto solo nos conducirá a una nueva escalada de enfrentamiento, a un mayor número de víctimas y el resultado será el mismo”.

“Sería contraproducente si hablamos de armamento letal. Esto solo nos conducirá a una nueva escalada de enfrentamiento, a un mayor número de víctimas y el resultado será el mismo”, ha advertido Putin al respecto.

Así respondía este sábado el mandatario ruso al ser preguntado en una entrevista con la cadena Rossiya por informes que apuntan al posible suministro de armas israelíes a Ucrania en represalia a la decisión rusa de vender sistemas antiaéreos S-300 a Irán.

Sistema ruso de misiles antiaéreos S-300.

 

Los sistemas entregados a Irán por parte de Rusia "tienen un carácter exclusivamente defensivo y no socavan la capacidad defensiva de (el régimen de) Israel".

Los dirigentes israelíes pueden hacer lo que les conviene —añade Putin—, aunque los sistemas entregados a Irán por parte de Rusia "tienen un carácter exclusivamente defensivo y no socavan la capacidad defensiva de (el régimen de) Israel".

El pasado martes Putin trató de calmar a Netanyahu durante una conversación telefónica aclarándole que, "por sus características tácticas y técnicas, el S-300 es un sistema estrictamente defensivo y no amenazará la seguridad de (el régimen de) Israel ni de otros países del Oriente Próximo".

El pasado lunes, el Kremlin informó de que Putin había firmado un decreto que elimina la prohibición de suministrar a Irán el sistema antiaéreo ruso S-300, después de que Irán y el Sexteto firmaron (el pasado 2 de abril) un principio de acuerdo sobre el programa de energía nuclear, tras meses de diálogos.

Tanto el anuncio de venta del sistema antiaéreo ruso S-300 a Irán como el del entendimiento entre Irán y los poderes mundiales avivaron la ira del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, siempre dispuesto a ejercer todo tipo de fulcros contra el país persa.

En lo relacionado a la venta de sistemas S-300, Netanyahu alega que el suministro de estos sistemas a Irán “incrementará la agresión de Teherán en la región y minará la seguridad en el Oriente Próximo”.

Teherán y Moscú rubricaron en 2007 un contrato por 800 millones de dólares. Rusia, según dicho acuerdo, debía suministrar a Irán al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces de interceptar y destruir simultáneamente varios misiles y aviones.

Sin embargo, Moscú, durante el mandato del expresidente ruso Dmitri Medvedev, en 2010, se negó a entregar los S-300 a Teherán, en conformidad con la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones unidas (CSNU), que prohibía el suministro de armamento a Irán.

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