En una sesión conjunta, las dos cámaras del Parlamento paquistaní han analizado la petición saudí que incluye asistencia militar terrestre y aérea a sus combates contra el movimiento popular de Ansarolá en Yemen.
El 26 de marzo, el régimen de Al Saud inició una serie de ofensivas aéreas contra el pueblo yemení en un intento de restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un aliado cercano de Riad.
La petición de Al Saud de ser aceptada pondría en aprietos al primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, que tendría que plantar cara a la opinión pública paquistaní que rechaza rotundamente la intervención de su país en cualquier conflicto.

Al respecto, el Gobierno de Sharif ha recordado su compromiso con la seguridad de Arabia Saudí, pero ha asegurado que hasta el momento Paquistán no se ha comprometido a enviar fuerzas militares terrestres.
Por otra parte, el ministro paquistaní de Defensa, Jawaja Asif (foto inferior), desmintió el día 30 de marzo informes noticiosos occidentales, según los cuales, Paquistán ha enviado tropas a Arabia Saudí para acompañar la campaña bélica contra Yemen.
A su vez, Tariq Fatemi, asistente especial para Asuntos Exteriores del primer ministro de Paquistán, rechazó rotundamente la participación de los aviones de combate de su país en los ataques contra el territorio yemení.
Los Ejércitos de Arabia Saudí y Paquistán iniciaron la semana pasada maniobras conjuntas en las zonas fronterizas de Yemen, las cuales buscan el desarrollo y el aumento de la eficiencia de sus tropas y “no tiene relación con ninguna de las operaciones militares en curso en la zona”, según alega el comandante de la zona militar de la región de Taif (sureste de Arabia Saudí), general de brigada Fares al-Omari.
Al parecer, pese a las alegaciones de Arabia Saudí, no existe ninguna coalición y, en realidad, la mención de una alianza forma parte de una guerra psicológica lanzada contra Yemen.
De acuerdo con información divulgada el sábado por la agencia oficial de noticias yemení Saba, citando a una organización local de derechos humanos, los bombardeos saudíes han provocado la muerte de 857 personas, entre ellas 160 niños, 32 mujeres y 13 ancianos.
mep/ncl/hnb