Según la agencia oficial KUNA, la medida se debe a los incidentes que tuvieron lugar durante las protestas de los iraníes organizadas la semana pasada frente a la Embajada saudí y su Consulado en el país persa contra la ejecución del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr y otras 46 personas por el régimen Al Saud.
La fuente no entró en detalles ni aclaró cómo se verían afectados los lazos bilaterales.
Las autoridades iraníes han dicho que unas 50 personas fueron detenidas en relación con los sucesos. El presidente iraní, Hasan Rohani, denunció enérgicamente la ejecución del líder chií por el régimen saudí y afirmó que la nación persa no permitirá que los grupos “radicales” utilicen el asesinato de Al-Nimr como un pretexto para recurrir a medidas "ilegales".
El portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari, también respondió el lunes a Riad aseverando que la decisión del régimen saudí de cortar sus vínculos con Teherán demuestra que la meta política de Riad es alcanzar sus intereses generando tensión en la región.
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