Los reporteros, fotógrafos, fotoperiodistas y los activistas de las organizaciones civiles tomaron el domingo las calles en varios estados de México, entre ellos Jalisco, Veracruz, Oaxaca y el Distrito Federal, en protesta contra el homicidio de Espinosa, cuyo cadáver fue encontrado el viernes, junto a los de cuatro mujeres, en el centro de la capital.
Nos sumamos a la exigencia de los compañeros y compañeras de otros estados haciendo pública la denuncia y el rechazo a este tipo de acciones y agresiones, que violentan nuestra labor como fotoperiodistas", afirmó Refugio Ruiz, representante del gremio en Guadalajara, capital del occidental estado mexicano de Jalisco.
Los manifestantes, la mayoría vestidos de negro, portaban fotos del fallecido fotoperiodista, velas y flores, además de pancartas en las que se leía “Ni uno más”.
"Nos sumamos a la exigencia de los compañeros y compañeras de otros estados haciendo pública la denuncia y el rechazo a este tipo de acciones y agresiones, que violentan nuestra labor como fotoperiodistas", afirmó Refugio Ruiz, representante del gremio en Guadalajara, capital del occidental estado mexicano de Jalisco.
Ruiz exigió además al Gobierno del presidente Enrique Peño Nieto que proteja a los trabajadores de este sector y a todo el pueblo.
Rafael del Río, el corresponsal en Guadalajara de la revista Proceso, para la que trabajaba Espinosa, se quejó del ambiente inseguro en que se encuentran, afirmando que sus compañeros, incluido a él mismo, reciben amenazas por el trabajo que llevan a cabo.
Pedro Matías, corresponsal en Oaxaca de Proceso, por su parte, repudió que los periodistas siguen siendo blanco de agresiones.

Espinosa trabajó durante ocho años en Veracruz, pero se vio obligado a abandonar la zona hace unos dos meses por las amenazas y hostigamientos que recibió.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), al condenar ese crimen y cualquier tipo de violencia ejercida en el país contra el periodismo, expresó su solidaridad con la familia de Espinosa.
Además, pidió a la Fiscalía capitalina que investigue si el móvil del crimen se relaciona con su labor periodística, y urgió a las autoridades mexicanas que protejan a los familiares del fallecido.
México es uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Entre 2000 y 2014 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) cuantificó 87 homicidios a periodistas, una cifra que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) elevó a 102.
Una organización no gubernamental (ONG) mexicana publicó el pasado 24 de marzo que las ofensivas registradas contra los periodistas han aumentado un 80 %, durante los últimos dos años del mandato de Nieto.
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