"Ha llegado el momento de que países como Catar y Turquía, que secundan el terrorismo en Libia, se arrepientan de sus medidas (...) El pueblo libio nunca olvidará sus acciones destructivas", afirmó Jalifa Haftar.
"Ha llegado el momento de que países como Catar y Turquía, que secundan el terrorismo en Libia, se arrepientan de sus medidas (...) El pueblo libio nunca olvidará sus acciones destructivas", afirmó Jalifa Haftar.
También, destacó la capacidad de las fuerzas libias en su lucha contra las bandas terroristas, afirmando que pronto las tropas estatales expulsarán a los extremistas.
Anteriormente, el primer ministro de Libia, Abdolá Al-Thani, había señalado que su país adoptó iniciativas para detener las actividades de las empresas turcas en Libia, amén de precisar que las posturas del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han desestabilizado la seguridad en el país.
En la misma jornada del viernes, miles de las personas salieron a las calles de la ciudad de Bengasi (este), donde quemaron las banderas de Catar, Turquía y EE.UU., para expresar su repudio a la postura anti-Libia de estos países que niegan armar el Ejército libio para hacer frente a los grupos armados.
Además, condenaron los actos terroristas y pidieron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que levante el embargo de armas para que el país pueda combatir al grupo takfirí EIIL(Daesh, en árabe). La sanción está vigente desde 2011.
Desde el levantamiento popular en 2011, que derrocó el dictador Muamar Gadafi, Libia se encuentra sumida en el caos, pues la caída del mencionado dictador dio lugar al surgimiento de diversos grupos milicianos fuertemente armados, con profundas discrepancias políticas y objetivos.
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