Hay que identificar y denominar al antisemitismo contemporáneo. La ley permite luchar contra su forma tradicional, pero la que mata hoy es el antisionismo, que sustituye el estado judío al individuo judío y convierte en ‘colaboracionistas’ a los judíos de la diáspora, dice Rubinsfeld.
“Hay que identificar y denominar al antisemitismo contemporáneo. La ley permite luchar contra su forma tradicional, pero la que mata hoy es el antisionismo, que sustituye el estado judío al individuo judío y convierte en ‘colaboracionistas’ a los judíos de la diáspora”, dice Rubinsfeld, en declaraciones recogidas el miércoles por el diario belga Le Soir.
El cabildero belga se hallaba en Palestina ocupada para participar en una conferencia sobre el “antisemitismo”.
El antisionismo que debe ser reprimido por Bruselas, según el presidente de la LBCA, es simplemente la resistencia a la ocupación de Palestina. “Querer borrar del mapa este país (el régimen usurpador de Israel) es querer matar a millones de judíos”, aduce.
Querer borrar del mapa este país (el régimen usurpador de Israel) es querer matar a millones de judíos, aduce Rubinfeld.
Joël Rubinfeld propone, para distinguir antisemitismo y antisionismo, el método establecido por un antiguo funcionario del régimen de Tel Aviv, Natan Sharanski, que curiosamente silencia toda consideración sobre la religión judía o sobre los pueblos semitas, y se centra en la aceptación o no de la ocupación de Palestina.
En su entrevista, el activista sionista hace también gala de islamofobia describiendo como “un nuevo totalitarismo” a la dimensión política del Islam, que llama “islamismo”.

Rubinfeld defendió el despliegue de fuerzas militares en torno a los espacios utilizados por la comunidad judía belga, justificado por el atentado contra dos agentes israelíes del Mossad, el 24 de mayo del año pasado en el museo judío de Bruselas.
El Gobierno se ha tomado en serio la amenaza, por más que no guste a ciertas oenegés que reclaman la retirada de los militares, afirma el activista sionista.
En este sentido, despreció la preocupación de distintos colectivos belgas por la militarización del espacio público bajo pretexto de un crimen cuyo carácter “antisemita” es controvertido. “El Gobierno se ha tomado en serio la amenaza, por más que no guste a ciertas oenegés que reclaman la retirada de los militares”, afirma.
En 2014, Rubinfeld aprovechó el atentado para atacar al diputado antisionista Laurent Louis, al cómico antirracista francocamerunés Dieudonné y al intelectual francés Alain Soral, difamándolos como “patrones del antisemitismo francófono”.

Vicepresidente del Partido Popular belga entre 2010 y 2011, Rubinfeld ha presidido además otras organizaciones como el autodenominado “Comité de Coordinación de las Organizaciones Judías de Bélgica” (CCOJB) y el Instituto Atlantis (2003-2012), consagrado a promocionar el liberalismo y la sumisión de Europa a la “alianza” con Estados Unidos (“atlantismo”). Desde 2012 es vicepresidente del autodenominado Parlamento Judío Europeo.
Su defensa de la represión del antisionismo en Europa interviene días después de una conferencia, celebrada también en la ciudad Palestina de Al-Quds (Jerusalén), que concluyó con la exigencia de instaurar una censura de Internet a nivel mundial en nombre de la lucha contra “el antisemitismo”.
En Bélgica, pocos días después, el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur prohibió una actuación del cómico antirracista Dieudonné bajo pretexto de supuestos riesgos para la seguridad.
mla/ncl/hnb