Aunque, en apariencia, Riad, mediante un comunicado oficial, ha dado la bienvenida “a cualquier acuerdo que garantice que Irán no podrá desarrollar un arsenal nuclear”, en realidad, los aterroriza la idea de un Irán libre de la presión internacional y las sanciones económicas.
La idea de la campaña mediática se origina en este miedo, pues un Irán libre de presiones y con más poder económico, será un gran obstáculo al apoyo que brinda Arabia Saudí a los terroristas en la región y la guerra subsidiaria lanzada por su aliado EE.UU. en Oriente Medio, para proteger lo intereses del régimen israelí.
El diario panárabe Asharq al-Awsat ha publicado una caricatura en la que "Oriente Medio" aparece ilustrado como un cuerpo pisoteado en cuya cabeza lleva un cartel que dice "acuerdo nuclear".
Dos siluetas, una representa al Tío Sam y otra, a un clérigo iraní, pasan por encima de este cuerpo tomados de la mano, retratando la desproporcionada preocupación de Riad por una supuesta alianza entre Washington y Teherán.

En el diario Al-Jazira, el columnista Jaser al-Jaser ha escrito un artículo titulado "Un Irán terrorista en lugar de un Irán nuclear", alegando que el acuerdo nuclear permitirá que Teherán aumente su apoyo a los militantes chiíes.
El diario saudí Al-Watan sigue la misma línea e intenta dar vuelta a la tortilla mostrando su preocupación por un posible aumento de los conflictos sectarios en la región, debido al supuesto apoyo que Irán brinda a los militantes.
En una columna en la portada de Al-Hayat, otro diario árabe de propiedad saudí, Ghasan Charbel ha intentado vincular la presencia del EIIL con los logros nucleares.
Sin embargo, el tono de Al-Hayat ha sido menos agresivo ya que ha atribuido los logros en los diálogos entre Irán y el G 5+1 al miedo que sienten ambas partes por la presencia del EIIL en la región.
"Un tercer hombre contribuyó a lograr el acuerdo sin que se le vea por ninguna parte ni que lo hayan invitado a intervenir. Su nombre es Abu Bakr Al-Baghdadi", escribió, refiriéndose al autoproclamado califa del grupo terrorista.

Es interesante saber que según numerosas evidencias, Arabia Saudí, un aliado cercano de Estados Unidos, apoya, crea y financia a grupos terroristas de ideología takfirí que cometen todo tipo de crímenes alrededor del mundo.
Cabe mencionar que el otro aliado de Washington en Oriente Medio, que se opone firmemente a un acuerdo nuclear Irán-Sexteto, y que es otro patrocinador del terrorismo regional es el régimen de Tel Aviv, uno de los mayores violadores de los derechos humanos en el mundo.
El día 13 de julio el director para asuntos de Medio Oriente en el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., Flynt Leverett, atribuyó la preocupación del régimen de Tel Aviv y Riad ante un posible acuerdo nuclear a la posición regional del país persa, como “un modelo de gobernación democrática, basado en el Islam”.
Los expertos creen que la continuidad del apoyo financiero y logístico saudí a los terroristas de Daesh es una prueba muy evidente de que este país no ha cambiado sus políticas anteriores con respecto a las crisis regionales en Irak y Siria, ni siquiera durante el mandato del nuevo rey Salman bin Abdulaziz Al Saud.
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